Los niños y niñas pueden participar desde muy pequeños en la elaboración de recetas sencillas. ¡Es una actividad que les encanta! De paso, aprenden sobre alimentación, sabores, tamaños, medidas, colores, consistencia, presentación y mejoran su vocabulario, psicomotricidad y autonomía, además de divertirse y compartir en familia.
Permite que tus peques te ayuden en la cocina y enséñales a usar adecuadamente los distintos utensilios, primero con ayuda, luego supervisados y por último, solos. Sí, también los cuchillos. Empieza por los de untar y los de sierra. No es tarea fácil, así que si no te gusta, deja esta actividad en manos de otro miembro de la familia que la disfrute. Ni la cocina ni nosotros estaremos igual de limpios al acabar, pero verás qué gusto el día que te digan: “¿Puedo preparar hoy yo la cena?” y tú te puedas ir a hacer lo que quieras durante un rato, además de degustar un rico plato hecho con cariño.
¿Cocinas con tus peques? ¿Permites cocinar solos/as a tus adolescentes? ¿Cuál es la receta más sabrosa que te han preparado?