Este juego es muy sencillo y no precisa materiales. Tan sólo una mesa o una superficie plana como el suelo, hierba, arena o incluso a la orilla del mar y nos salpicamos un poquito.
Se trata de que cada uno de los/las participantes ponga su mano derecha encima de la de otro/a y a continuación, todos/as coloquen la izquierda en el mismo orden. Posteriormente, hay que ir sacando la que está más abajo y colocarla encima de la que se encuentra arriba de todo. ¡Resulta muy divertido y se complica haciéndolo cada vez más rápido! Hay contacto y muchas risas.
Seguro que has jugado a este juego en tu niñez … pero ¿lo has hecho con los/las peques de tu familia? ¡Anímate a rescatarlo del baúl de los recuerdos y cuéntanos tu experiencia!
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