Hace unos días, una personita de 3 años y medio de mis talleres me pidió que le inflara un globo para probar si podía mover unos vasos.
Habíamos jugado en otras sesiones con globos: intentar hincharlos y hacerles un nudo; inflarlos y soltarlos para ver hasta dónde llegaban; hacer sonidos abriendo y cerrando la boquilla o golpeándolos contra el cuerpo, una mesa y otros objetos o superficies; lanzar un globo al aire y no dejarlo caer al suelo y lo mismo con más globos, con una mano, con la otra y con diversas partes del cuerpo; globo-tenis con matamoscas; frotarlos contra un jersey y observar cómo atraen papelitos o nuestros pelos …
Ese día, jugábamos a construir torres con vasos y, de repente, me pidió que le hinchara un globo. Le pregunté para qué lo quería y me contestó que para mover los vasos. Hice lo que me pedía y me dediqué a observar cómo experimentaba y hacía importantes descubrimientos por su cuenta. Este momento es vital para l@s peques. Es muy importante que las personas que los rodeamos respetemos su autoaprendizaje y tengamos mucha paciencia para no darles respuestas que no nos han pedido. Toca observar, acompañar, animar, estimular, facilitar, apoyar, motivar, sugerir …
Probó con los vasos boca abajo, boca arriba, uno solo, varios a la vez unos al lado de otros y unos dentro de otros y hasta me pidió unos vasos de plástico más duro con los que jugamos a veces, para ver si los podía mover con el aire que soltaba el globo.
¡Fue muy emocionante ver su cara de satisfacción al lograr moverlos! Esta iniciativa y estos logros lo llevarán a plantearse nuevos proyectos y a mantener una mente curiosa.
¿Qué otros juegos y experimentos hacéis en casa con globos? ¿Os cuesta mucho dejar que l@s peques se cuestionen y experimenten, sin abrir la boca, salvo si es necesario?
¡Por tu bienestar, entrena tu cuerpo, entrena tu mente! … a lo largo de toda la vida.
